Os copio un poema de mi amiga Carmen Camacho.
Volví asqueada la espalda...
Volví asqueada la espalda
al sonido de su lápiz
cuando anota
al margen de los versos
consagrados;
a la cerilla consumida
y atrapada por la luz
de neón blanco
de carne blanda
de lengua tosca
si lame,
si besa.
Para colmo,
dormí destapada.
Aquella noche
-sola ante el mundo y el lavabo-
deseé
a todos los imbéciles
menores de veinticinco.
Carmen Camacho
(De Melocotones en Vinagre)
01 noviembre 2007
Un poemita
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3 comentarios:
Rincón, a veces llego a penar que no duermes...
Gracias de todos modos por tus aportaciones literarias (tanto propias como ajenas).
...digo "pensar".
MUY bonita, si señor
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