A veces tienes que irte más allá del océano para descubrir que la lejanía no está en la distancia, sino en la mente.
Un país puede estar más cerca de lo que nos creemos, porque los sentidos y el pensamiento no entienden de mapas.
Porque 11 horas de viaje en avión, 9000 kilómetros de trayecto y 7 horas de diferencia son simplemente cifras,
y las cifras no valen nada frente al idioma y la cultura.
Mucho en común, pero al mismo tiempo también mucho por descubrir.
Porque todo lo diferente se convierte en experiencias que te enriquecen.
Un lugar donde no hay coches, sino "carros". La gente no sabe conducir, sólo saben "manejar". En las carreteras no se adelanta, porque se "rebasa". No verás ninguna señal de STOP, pero sí muchas de "ALTO", y muchos "topes" haciendo las funciones de badenes. Sólo en un país, descubrirás que no existen las hamburgueserías, porque han sido reemplazadas por las "taquerías", donde descubrir la carne de "res" y los "frijoles", y aprender que hay nueve tipos de "chiles" picantes, desde el más suave, hasta el llamado "habanero", que más que picar "encabrona".
Una tierra a la que bien podría haberle escrito Carlos Cano y Antonio Burgos una canción que dijera: "Méjico es Cádiz con más chaparritos, Cádiz es Méjico con más salero".
En definitiva, un país "padrísimo" que recomiendo visitar.
;-)
08 febrero 2010
¡Méjico lindo y su Riviera Maya!
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