Los efectos del verano empezaban a desaparecer. Después de semanas de fiestas, la gente volvía a cenar en casa y a acostarse temprano, preparándose mentalmente para las vacaciones. “Hay que hacer algo” decidieron los gerentes de Endesa y cortaron la luz. Con las pantallas de los ordenadores negras, los trabajadores de oficina fueron a tomarse una cerveza juntos. Sin luz, las parejas cenaron a la luz de las velas e hicieron el amor en la oscuridad. La comida se estropeó y los amigos salieron a cenar. Las teles no funcionaban y la gente se escabulló de sus casas para salir a la calle, hablando con sus vecinos del 1º y 3º que aún no conocían. En la oscuridad, la ciudad escuchaba la música de las casseroladas y la población estaba unida en su indignación. Amb Endesa, Barcelona batega.
Texto extraído de "le cool magazine" (Barcelona Selected * 203)
05 agosto 2007
Fans del Apagón
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