Todo era felicidad cuando el joven diseñador Luis Peiret, de 22 años, se enteró de que había ganado el concurso de ideas del logo de la candidatura a los juegos olímpicos de Madrid 2020.
Pero su felicidad se volvió frustración cuando comprobó que la organización había solicitado a la empresa TAPSA que lo modificara, dando lugar a un logotipo muy ambiguo: ¿Madrid 2020 o 20020?
Pero al parecer era algo que estaba recogido en las condiciones contractuales del concurso, auqnque Álvaro Sobrino, presidente de la Asociación de Directores de Arte y Diseñadores Gráficos del FAD, las denuncia en su blog como muy injustas. Según Sobrino, los participantes ceden a la organización los derechos de propiedad intelectual, industrial o de cualquier otro tipo y se pregunta "qué clase de contrato es éste que exige la cesión de cualquier tipo de derecho". "Al pie de la letra, podrían embargarles la casa si quieren", se queja. Además, afirma QUE "la autorización anterior incluye asimismo la transformación de los diseños" lo que quiere decir que el ganador "no podrá decir que es suyo si lo modifica el estudio que posteriormente se encargue de implementarlo".
Más información en
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/30/madrid/1327929130.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/30/madrid/1327920554.html
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