21 noviembre 2008

¡¡¡¡Lee, infeliz!!!


En su próximo número de diciembre, la revista Social Indicators Research (DOI: 10.1007/s11205-008-9296-6) publica una investigación en la que se concluye que las personas infelices son las que dedican más horas a ver la televisión.

Al mismo tiempo, los sociólogos de la estadounidense Universidad de Maryland que firman el artículo subrayan que aquellas personas que se describen a sí mismas como "muy felices", dedican más tiempo a la lectura, sobre todo de diarios, y a las relaciones sociales.

Los autores explican que para alcanzar esas conclusiones analizaron datos de encuestas realizadas a cerca de 30.000 adultos norteamericanos a lo largo de 30 años. Por un lado, se trataba de encuestas en las que se pidió a los participantes que apuntaran en un diario sus actividades a lo largo de las 24 horas del día, especificando el tiempo que dedicaban a cada una de ellas y que resaltaran en qué medida les resultaba placentera cada actividad. En otro tipo de encuesta, los participantes respondieron preguntas sobre el grado de "felicidad" que sentían y a qué dedicaban su tiempo, entre otras muchas cuestiones.

Grosso modo, los resultados son los ya mencionados. Aquellas personas que se consideran "felices" son más activas socialmente, votan más y leen más diarios, mientras que las que se describen como infelices ven mucha más televisión en su tiempo libre, aproximadamente un 20% más, un hallazgo que es independiente de su nivel educativo, sus ingresos económicos, su edad o su estado civil. Además, los investigadores vaticinan que con la crisis económica aún serán más las horas dedicadas a la pequeña pantalla, puesto que el desempleo y el mayor tiempo para el ocio que conlleva conducirán a que más gente pase las horas delante del televisor.

El sociólogo John P. Robinson, uno de los autores de este trabajo, explica que para muchas personas la "caja tonta" actúa en primera instancia como un medio de evasión que puede resultar divertido, pero no consideran que tantas horas ante el televisor hayan resultado de provecho en su vida. En cierto modo, es como si los telespectadores dijeran: "Aunque la televisión en general es una pérdida de tiempo y tampoco es algo particularmente divertido, el programa de anoche estaba bastante bien".

El otro coautor, Steven Martin, va más allá y la compara con las adicciones. "Las actividades adictivas –declara- producen placer momentáneo, pero tristeza y arrepentimiento a largo plazo". Y añade que para algunas personas "la televisión puede convertirse en una especie de opiáceo. Conectarse puede ser una forma fácil de desconectar".

Con todo esto, uno no puede olvidar aquella famosa frase de Groucho Marx: "Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro".

4 comentarios:

AntonioCozar dijo...

Aparte de la genial frase del bigotudo Groucho, siempre me gustó también la de La bola de Cristal: "Si no quieres ser como ellos, lee".

(quizás habría que recuperar algún vídeo de ese programa para el blog)

joselu dijo...

Sería otra vez el debate de la felicidad, Lola. Siendo más sociables y viendo menos la televisión seremos más felices? La felicidad de qué es cuestión? uf, esto es mu difícil

Lola dijo...

La verdad que no creo que el estudio sea científicamente riguroso. Por supuesto el debate de la felicidad es interminable, me pareció algo anecdótico, no más.

AntonioCozar dijo...

Yo, con tres cositas "namás" sería mucho más feliz:

- Seguir trabajando en lo que me gusta como hasta ahora

- Un poco de salud para mi pareja

- Un guisito de los "güenos" en el campo con todos mis "amigüitos"


No quiero más, con eso me conformo.